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Esta semana vamos a explicarte qué es un vado permanente y cuáles son las consecuencias de estacionar tu coche en este espacio sin respetar la señal de prohibido. La falta de aparcamiento puede hacer que recurramos a medidas desesperadas pero en esta ocasión es más rentable buscar otro hueco.

Empecemos por el principio. ¿A qué nos referimos cuándo hablamos de un vado permanente? Se trata de un espacio de acera que se puede reservar para que los coches no impidan el acceso a una vivienda u otro tipo de edificio.

Si quieres tener un vado permanente tendrás que solicitarlo al Ayuntamiento de tu localidad. Recuerda que estás pidiendo permiso para ocupar parte de la vía pública. Además, también está el asunto del coste de las obras necesarias para hacer un vado ya que es imprescindible rebajar el bordillo.

Y ahora viene el verdadero quid de la cuestión. ¿Se puede aparcar el coche en un vado permanente? Pues resulta que ni siquiera el propietario del vado tiene derecho a dejar su coche en ese hueco.

Ten en cuenta que la función de un vado es la de facilitar el paso de vehículos durante todo el día. Como es lógico, no tiene sentido que se permita dejar el coche en esta clase de espacios porque entonces no sería posible el acceso libre de vehículos al edificio en cuestión.

Ojo, el nombre de vado permanente puede inducir a error. Si te fijas en la señal verás que en ella se especifica la fecha en la que el vado permanente deja de estar en vigor. Si no ves ninguna pegatina que indique esta información te aconsejamos que no aparques ahí porque puede darse la circunstancia de que las limitaciones del vado sigan aplicándose y la grúa se lleve tu coche.

Ahora ya sabes qué es un vado permanente y por qué debes tener cuidado de no aparcar tu coche en estos espacios de la vía. Impedir la entrada y salida de otros vehículos a un recinto determinado puede acarrearte una multa elevada por no mencionar los inconvenientes de que tu coche acabe en el depósito.