Que el coche se pare solo es una de las situaciones más estresantes al volante. Por desgracia, el desgaste paulatino de nuestro vehículo es algo con lo que los conductores tenemos que convivir pero si identificamos los problemas a tiempo podemos ahorrarnos algún que otro disgusto en carretera.
Lo primero de todo es identificar las causas y minimizar los riesgos para que nuestro coche no se detenga en el momento más inoportuno. Por suerte, un coche suele avisar antes de detenerse por completo.
Es importante que prestes atención a señales de alarma como los tirones o la falta de potencia así como a ruidos extraños y a dificultades al circular al ralentí. De este modo, podrás aparcar en un lugar seguro para comprobar que todo marcha correctamente.
¿Pero por qué se para solo el coche? A continuación te explicamos algunas de las cusas más habituales para que no te pillen por sorpresa:
Fallos en el sistema de combustible
Como imaginarás, el motor se detiene si no recibe el carburante que necesita. En consecuencia, el coche puede perder potencia cuando la bomba de gasolina tiene una avería. Un suministro de combustible irregular es un problema que no debes pasar por alto.
¿Notas que adelantar a otros vehículos se ha vuelto más complicado? Sería buena idea comprobar si el filtro de combustible está obstruido ya que de ser así tu coche puede dejar de funcionar cuando necesites que haga un esfuerzo extra.
Problemas en el sistema eléctrico
Los fallos en el sistema eléctrico del coche pueden cortar la energía imprescindible para el funcionamiento de componentes vitales del motor. Por esta razón, conviene revisar tanto el alternador como el sensor de posición del cigüeñal.
El alternador
Esta pieza recarga la batería mientras el coche está en marcha. Si se estropea, el coche consumirá toda la energía de la batería hasta agotarla, momento en el cual el motor se apagará. Un síntoma claro es que las luces del coche pierden intensidad.
Sensor de posición del cigüeñal
Este sensor es fundamental, ya que informa al motor de la posición de los pistones. Si falla, el motor se apaga de forma súbita y sin previo aviso.
Averías mecánicas graves
Las averías mecánicas suelen ser más caras que los problemas descritos hasta ahora así que es importante que los conozcas para actuar lo antes posible y evitar que el estado de tu coche empeore.
Correa de distribución
Si esta correa se rompe, la sincronización del motor se pierde y esto provoca daños muy graves. En estas circunstancias lo habitual es que el motor se apague de golpe y no arranque de nuevo.
Sistema de refrigeración
Un fallo en el sistema de refrigeración puede elevar la temperatura del motor a niveles peligrosos. Para protegerse, muchos coches modernos están programados para apagarse y evitar una avería mayor.
Falta de presión de aceite
Si te quedas sin aceite o la bomba falla, la fricción interna del motor aumenta hasta que este se gripa y se detiene bruscamente.
En definitiva, si tu coche se para solo es señal inequívoca de que algo no marcha como debe. Lo mejor que puedes hacer es acudir al taller lo antes posible y así tendrás la oportunidad de seguir disfrutando de tu vehículo por más tiempo. ¡Cuidar tu coche es cuestión de seguridad!