Conducir el coche en reserva puede suponer un riesgo para la integridad de tu vehículo. Hay muchas piezas que sufren un deterioro grave cuando no hay suficiente combustible en el depósito y ese es uno de los principales motivos por los que no debes retrasar más de la cuanta tu visita a la gasolinera.
Todos sabemos que cuando se iluminan las luces de reserva aún podemos disfrutar de cierta autonomía en carretera. En otras palabras, que tu coche entre en reserva no significa que tengas los minutos contados para ir a llenar el tanque del coche.
Ojo, en España no hay ninguna multa estipulada por conducir en reserva. No obstante, si te quedas parado en medio de la carretera estarás cometiendo una infracción de tráfico que pone en peligro la seguridad del resto de los conductores. En estas circunstancias, son los agentes los que deciden según su propio criterio si te llevas a casa una sanción o no.
¿Quieres saber que le puede ocurrir a tu coche si conduces en reserva con frecuencia? A continuación vamos a explicarte cuáles son algunas de las piezas de tu vehículo que pueden averiarse:
- La bomba de combustible: Como es lógico, esta es una de las primeras piezas en resentirse por la falta de diésel o gasolina. Esta bomba se encarga de que el combustible llegue al motor con la presión necesaria y si el depósito no está lleno lo único que acabará recogiendo es aire y residuos.
- Los inyectores de combustible: Estas piezas interactúan con la bomba de combustible por lo que no es de extrañar que presenten averías relacionadas. Si la bomba de combustible no extrae suficiente líquido y envía la suciedad del fondo del depósito acabarán por taponarse los inyectores.
- El catalizador del coche: El catalizador es la pieza del sistema de escape de tu vehículo responsable de transformar los gases de la combustión en agua y en CO2. Si los inyectores no funcionan correctamente el catalizador no puede cumplir su cometido.
En definitiva, los peligros de conducir en reserva van desde costosas averías hasta sanciones por quedarse parado y entorpecer la circulación. Cuida tu coche y procura que la cantidad de combustible no descienda por debajo del nivel mínimo.